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Razones para necesitar una terapia de pareja:

  • Estamos pasando una crisis y no sabemos cómo salir de ella.

  • Los problemas de comunicación pueden sustituirse por nuevas conversaciones.

  • El deseo sexual no desaparece se disfraza, se oculta, se transforma.

  • Del enamoramiento al amor, un paso decisivo y necesario.

  • ¿Cómo gestionar las diferencias familiares, laborales, económicas, culturales en la relación?.

  • Celos patológicos.

  • He descubierto que mi pareja me ha sido infiel.

  • Dependencia emocional: adicción a tu pareja actual.


Cuando surgen problemas en la relación de pareja y, a pesar de los intentos, no se logra revertir la situación, lo mejor es acudir a una terapia de pareja. 

La mirada de un profesional aporta a la relación un punto de vista nuevo que facilita la resolución de los problemas de pareja, encontrando soluciones satisfactorias para los mismos.

Superar una crisis, mejorar la comunicación, resolver los conflictos con las familias políticas o, incluso, poder mejorar las relaciones sexuales son algunos de los motivos de consulta más comunes, pero no los únicos.

Una terapia de pareja es muy eficaz desde el primer momento, sea cual sea el motivo de consulta, lo importante es que la pareja acuda a las sesiones de terapia y que ambas partes hablen de lo que les pasa.


Estamos pasando una crisis y no sabemos cómo salir de ella:

Una crisis en la relación, siempre puede ser una oportunidad de cambio para volver a ser una pareja feliz. Las causas que pueden provocar una crisis son muchas, pero algunas de ellas se repiten con cierta frecuencia en nuestras consultas:


  • La falta de entendimiento y de escucha activa.

  • Problemas de comunicación.

  • Un acontecimiento inesperado: Pérdida de un familiar o ser querido, cambio de trabajo o desempleo, etc.

  • Un nuevo hijo, ya sea el primero o no.

  • Descubrir algo de la pareja que no me había contado.

  • Problemas con las familias políticas.


Todas estas situaciones, pueden perturbar el orden de la relación cuando no son gestionadas adecuadamente. Saber tratar cualquier cambio que modifique o altere la relación evitará la aparición de una crisis.

La creación de acuerdos y pactos hace que la pareja se reafirme con proyectos en común procurando estabilidad a la misma.

En la terapia de pareja se consigue que la pareja haga “equipo” para afrontar cualquier cambio conjuntamente transformando una posible crisis en un crecimiento para la relación.


Los problemas de comunicación pueden sustituirse por nuevas conversaciones:


En muchas parejas se producen problemas en la comunicación, estos se producen porque:


  • No escuchamos.

  • Queremos imponer nuestra verdad.

  • Cuestionamos al otro, pero no nos cuestionamos a nosotros mismos.

  • Exigimos a la pareja que sea nuestro confesor, nuestro psicólogo, o peor, que nos trate como una madre o como un padre.

  • No consentimos que nos contradigan o critiquen.

  • Siento agresividad frente al otro y mi manera de mostrarla es no diciendo nada.

  • Queremos que la pareja ADIVINE nuestros pensamientos sin mediar palabra alguna, creyendo que el amor es eso.


La comunicación en la pareja ha de ser fluida para poder consensuar opiniones o poder llegar a acuerdos, o pactos que faciliten el acuerdo.

Uno de los logros más importantes que se consiguen en la terapia de pareja es poner palabras donde no las hay, para que se establezca una conversación entre dos personas semejantes pero diferentes, además de practicar la escucha activa.

También, tratamos de proporcionar las herramientas necesarias para que la comunicación no esté dirigida por la razón o los sentimientos de uno de los dos miembros de la pareja.


El deseo sexual no desaparece se disfraza, se oculta, se transforma:

Una sexualidad satisfactoria es fundamental para el buen funcionamiento de la relación. Muchas veces las relaciones sexuales se ven perturbadas porque:


  • Tenemos muchos prejuicios que limitan los encuentros.

  • Utilizamos el sexo como premio o como castigo.

  • Creemos que lo que nos gusta a nosotros es lo que le gusta a la otra persona.

  • Establecemos horarios o determinadas rutinas para que se produzca un encuentro.

  • No hablamos de sexo con nuestra pareja.

  • Otorgamos poco valor al tiempo dedicado a nosotros mismos.


Igual que es necesaria una conversación fluida en la pareja, la conversación sexual, no ha de ser una imposición o una obligación, ha de convertirse en un tiempo productivo de encuentro.

El deseo sexual se alimenta de muchas cosas, no sólo de genitalidad. El deseo sexual es complicidad, sensualidad, confianza, tiempo y, sobre todo, palabras. Cuando faltan estos elementos en la relación, el deseo sexual se apaga, dando prioridad a otras cosas de la vida. Pero la energía genital solo puede descargarse por vía genital.


A veces, se oculta tras un trastorno, inhibición, otras veces, se transforma en agresividad verbal o incluso agresividad silenciosa, una enfermedad.

El fin sexual es la satisfacción y, aunque parezca increíble, si no se consigue de una forma se consigue de otra, aunque implique malestar y sufrimiento.

La terapia de pareja facilita las herramientas necesarias para mantener la llama encendida o para reavivarla si fuera necesario.


Del enamoramiento al amor, un paso decisivo y necesario:

Al comenzar una relación existe un primer momento donde el enamoramiento hace que la relación sea perfecta, el amado o la amada son especiales y aparentan tener todo lo que se desea en una pareja.

El enamoramiento es un periodo de idealización, en realidad lo que sucede es que atribuimos al objeto de nuestro amor valores que nosotros mismos deseamos o hemos deseado alguna vez.

Este primer momento no dura mucho o al menos no debe durar mucho para poder dar el paso al amor.

El amor es lo que hace que la relación pueda ser estable. Pero un amor donde lo importante es aceptar las diferencias y respetarlas y comentar los distintos puntos de vista, aceptando la desigualdad existente entre ambos.

En la terapia de pareja se puede construir un amor sin medias naranjas, sino siendo dos naranjas, ya que son dos vidas las que se comparten, no dos medias vidas que se complementan formando una naranja.


Los celos en la pareja:

Los celos son un sentimiento normal, no se pueden evitar porque forman parte de la propia constitución. No celos nos hablan de un deseo, en muchos casos los celos nos potencian a querer ser mejores. A conquistar aquello que deseamos/celamos de una persona determinada.

Los celos surgen con la aparición de un tercero, siempre son necesarios 3. La aparición de un tercero, puede desencadenar agresividad que puede manifestarse en forma de rabia, odio e incluso violencia de género.

Aceptarme celoso es saludable, que reconozco mis deseos, el problema es negarlos, si no los acepto los padezco. 


No es malo sentir celos, lo que es poco productivo es dejarme llevar por el sentimiento e invadir la vida de la pareja: mandarle mensajes constantes para ver dónde está, qué hace, cotillear el teléfono móvil en cuanto se da la vuelta, incluso renunciar, uno mismo, a hacer cosas para que el otro no las haga.

La terapia de pareja ayuda a entender el mecanismo de los celos y permite la transformación de las actitudes celosas, liberando a la relación de fricciones innecesarias.


He descubierto que mi pareja me ha sido infiel:

Las infidelidades son muchos más frecuentes de lo que pudiéramos imaginar, muchas veces escuchamos decir: Me ha pasado lo que jamás hubiera imaginado, me han sido infiel o he sido infiel. Y uno de los signos para reconocer una infidelidad es el cambio de actitud que se produce en el infiel.

Ante una infidelidad lo mejor es acudir a una terapia de pareja, ya que uno puede tomar decisiones de las que luego se arrepienta. Lo mejor sin duda es consultar con un profesional.


En las relaciones de pareja, muchas infidelidades no son por falta de amor a la pareja sino por el contrario, son llamadas de atención de auxilio.

Una infidelidad tratada en las sesiones de terapia de pareja puede llegar a ser un punto de inflexión para la relación, proporcionando frescura en los lugares donde la rutina y la monotonía se habían convertido en algo negativo.


Dependencia emocional: adicción a tu pareja actual:

La dependencia emocional es un estado psicológico que se manifiesta en torno a las relaciones, fundamentalmente en la relación de pareja.

En muchas ocasiones, ser adicto a la pareja supone una situación negativa que afecta a la vida cotidiana de ambas partes. Mantener una relación basada en la dependencia emocional hacia la pareja, puede llegar a convertirse en una relación tóxica y destructiva.

Los principales motivos de la dependencia emocional pueden ser anteponer los deseos del otro, olvidándonos muchas veces de nosotros mismos, haciendo de nuestra felicidad la felicidad del otro, queriendo complacerle en todo, volviéndonos controladores y dañando muy probablemente la relación.


Ante ello, los síntomas de la dependencia emocional son habitualmente la idealización de la pareja, el miedo a la soledad, tener una autoestima baja, el miedo al rechazo de la pareja, la necesidad de agradar, sentimientos de vacío o culpa entre otros.

Puesto que en el fondo lo que queremos es la felicidad de nuestra pareja sin dañar la relación, vale la pena poner en práctica los consejos de terapeutas de pareja que ayudarán a resolver los problemas con un alto porcentaje de éxito.

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